Ana Marcos Rolando y Humildad Ríos Escalona

Ana Marcos Rolando: Me gusta describirme como una mujer del Renacimiento, de esas que tenían muchas inquietudes y que poseían talento para dedicarse a varias disciplinas. Por un lado, mi parte más racional hizo que estudiara Bioquímica, una carrera de ciencias puras, que promueve la resiliencia y la concentración. Por otra parte, mi faceta más creativa consiguió que desarrollara interés por el arte y empezase a dibujar desde pequeña. Poco a poco, fui dándome cuenta de que mi parte científica hacía que me gustase resolver problemas, pero no de una forma convencional. Me encantaba aportarle diferenciación, identidad, y sobre todo mucha creatividad. Cuando por fin encajaron todas las piezas, me di cuenta de que lo que me gustaba era el diseño, que permitía unir ambas pasiones. Diseñar con el corazón es lo que impulsa mi creatividad y hace que día a día encuentre nuevas formas de expresar a nivel visual lo que las palabras no son capaces de transmitir.

Humildad Ríos Escalona: Soy Humildad Ríos, mujer emprendedora desde hace mas o menos seis años; mi vida cambió cuando decidí dar un giro radical a mi trabajo. Hacía años que me ilusionaba la idea de realizar artesanía con corazón, dentro de un marco lo más sostenible posible, donde pudiese utilizar materiales del entorno e innovadores, donde poder plasmar mi creatividad, fui dándole forma a esas ideas y así nació mi propia marca; “Mediterráneo Art”, donde uno maderas nobles con resina, añadiendo diferentes tipos de pigmentos;  Empecé realizando platos decorados con estilos marinos, tras muchas pruebas y errores y gracias a mi curiosidad por aprender y experimentar cosas nuevas me decidí a ampliar mis trabajos, un viaje apasionante que me ha llevado a lo que hago actualmente: diferentes artículos del hogar (tablas de presentación de alimentos, ensaladeras, cuencos, salseras…), variando los motivos decorativos, tanto pintados a mano como añadiendo texturas y formas diferentes, todos y cada uno de ellos con un toque peculiar, único, pero siempre manteniendo  la idea inicial de usar maderas nobles resinadas.

Un trabajo muy especial y del que espero seguir aprendiendo.

Explicación del proceso y el proyecto

Enfocamos el proyecto a tirando de un hilo en común que nos unía, la capacidad de cambiar y reconvertirse para crear arte. Ambas venimos de disciplinas totalmente ajenas a lo que nos dedicamos ahora, sin embargo, a nivel profesional nos encontramos satisfechas y orgullosas de lo que cada una está desarrollando. Decidimos usar ese concepto como motor de empuje en el proceso, y de ahí desarrollamos dos ideas para los dos prototipos iniciales:

  • Concepto del universo: Entendemos el mundo del arte como un gran universo compuesto por distintas estrellas, constelaciones y galaxias donde nos encontramos en el planeta de la artesanía o el planeta del diseño como un elemento más que conforma el universo artístico.
  • Concepto del crecimiento/naturaleza: Nuestro proceso de transformación ha supuesto que pasásemos de disciplinas científicas y económicas a otras artísticas, suponiendo un crecimiento y florecimiento como el que sufren las flores en la naturaleza. Además, el medioambiente y la ecología son valores que ambas tenemos muy presentes a nivel personal.

Teniendo en cuenta todo esto, desarrollamos dos lámparas con base de madera ecológica (una con forma de cubo y otra con forma de lasca), cuyo diseño se apoya en ambos conceptos anteriores. Concretamente, usamos la madera sobrante de la poda de olivos (que de otra forma se desecharía), y la cortamos, le damos forma y la lijamos hasta que adquiere la forma de un cubo (en el caso de la lámpara del concepto del universo) o una lasca gruesa de madera (lámpara del concepto de la naturaleza). 

Posteriormente utilizamos resinas epoxi ecológicas que son un material impermeable y respetuoso con el medioambiente. Con ello conseguimos decorar los bloques de madera y dibujar una constelación o impermeabilizar la capa de flores secas que forman respectivamente la lámpara del universo y la de la naturaleza.  Posteriormente nos encargamos de su perforación para introducir el cableado. De esta forma conseguimos elaborar lámparas con diseños exclusivos que narran nuestra historia.

Para dar coherencia al producto que elaboramos decidimos construir una marca que le diese identidad al proyecto: Woodtwist. Este nombre significa literalmente "darle un giro a la madera", ya que nos encargamos de darle una segunda vida a la madera. Se trata de una marca cuyos valores principales son la ecología, la atención por los detalles y la creatividad. Paralelamente a estos prototipos, desarrollaremos una tercera lámpara, basada en la forma de cubo con un diseño diferente, y aplicando los conocimientos obtenidos en el taller de Materfad de neomateriales (materia digital y vegetal). El concepto en este caso se centra en nuestra región de origen; Málaga.

Pretendíamos usar esta tercera lámpara como puente entre las dos anteriores, por ello decidimos darle la forma de cubo (para que recordara a la lámpara del universo) y añadirle aceite de la flor de Azahar (flor que simboliza el sur de España, concretamente Málaga) haciendo un guiño a la lámpara de la naturaleza. De esta manera, al encenderse la madera adquiere mayor temperatura y se transmite dicho olor. Así, la experiencia al usar esta lámpara se extiende en el ámbito visual, táctil y olfativo.