REPOSO

MELISA TEJERO / HUMILDAD RÍOS (MEDITERRÁNEO ART)

Melisa Tejero Marchal. Graduada en Bellas Artes por la Universidad de Granada, Melisa Tejero desarrolla una práctica artística centrada en la exploración de la identidad, la recuperación de la memoria y los vínculos afectivos con el territorio. Indaga en los caminos entre tradición y actualidad, entre la pérdida y lo que persiste, recuperando saberes populares y poniendo en diálogo lo rural en el arte contemporáneo. Ha participado en los Premios Alonso Cano a la Creación Artística (Granada), ECOS 2024 (Jaén), y el programa Rural Youth Art Summit (Málaga), como artesana/diseñadora. Es fundadora y directora creativa de “aro nena”, marca de accesorios y complementos de moda.

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Humildad Ríos. A lo largo de veinticinco años he cultivado una profunda pasión por la pintura y la artesanía, sembrando creatividad y sabiduría en cada pincelada. Mi trayectoria artística ha sido un viaje de autoconocimiento que dio origen a dos proyectos: Mediterráneo Art, centrado en el barnizado sobre madera, y Humildad Ríos, ilustración y arte, dedicado a la ilustración. La experimentación con técnicas y materiales nobles, en su mayoría reciclados, me ha permitido unir arte y naturaleza, convirtiendo esta última en mi lienzo y fuente constante de inspiración.

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Acerca del proyecto:

Desde una mirada que se posa sobre el olivo y sus ritmos silenciosos, esta obra se concibe como una reflexión sobre el tiempo, la calma y el modo en que lo habitamos. El olivo, árbol milenario y símbolo de permanencia, encarna la lentitud como forma de resistencia y la memoria como raíz compartida. 

La pieza también se inscribe en la temporalidad propia del medio rural, estando en un tiempo circular, marcado por ciclos y estaciones, donde el sosiego no es ausencia, sino preparación, germinación y espera. Ese diálogo entre lo que permanece y lo que se transforma, la joya adquiere el sentido de ser un gesto que condensa el territorio y lo devuelve en forma de contemplación íntima. 

En su materialidad, Reposo se presenta como un colgante que se desdobla y transforma, evocando la capacidad del territorio para regenerarse y multiplicar sus gestos. Al desmontarse, se expande en nuevas formas: un brazalete de resina, un broche en madera de olivo y unos pendientes de cerámica. Cada fragmento porta un lenguaje en el que la resina cristaliza la huella de lo orgánico en los anillos del crecimiento de olivo, la madera transmite permanencia y arraigo, y la cerámica condensa la tierra moldeada por la mano humana. En conjunto, se articula un diálogo entre lo que permanece y lo que se transforma, entre la raíz y la metamorfosis.

Reposo se ofrece como una invitación a contemplar lo que permanece y a reconocernos en la cadencia lenta de la tierra.